No hay país subdesarrollado, sino sub administrado nos enseña Peter Drucker, el padre del Management. Lo que significa que todo gobernante debe tener un perfil gerencial para que pueda cumplir con sus objetivos del plan de desarrollo. Así las cosas, el panorama en el sector público es muy preocupante pues el interés político está por encima de los intereses generales, además que no se exigen calidades para ocupar un cargo ejecutivo, sólo una buena palanca para mover el mundo político.
En más de 1.100 alcaldes del país la mayoría de estos funcionarios tienen sus caras largas y un semblante preocupante, donde todos dicen en coro, como Milei: ¡no hay plata! Por eso, el escenario municipal exige condiciones mínimas de conocimientos y experiencia en gerencia pública, pues la tarea que tienen por delante es muy dura; y, por detrás, peor.
Para muchos, el futuro es incierto y el presente, muy escaso en presupuesto, mientras que los compromisos adquiridos y prometidos crecen y el malestar de la comunidad se despierta temprano. Dentro de seis meses ya le están promoviendo una revocatoria del mandato.
Ahora bien, el 90% de los municipios del país son pobres, pero felices. Siempre habrá una crisis o fenómeno complejo que desborda todas las previsiones. En el 2020, apareció el Covid, en el 2024 estamos enfrentando los incendios por El Niño y para el 2026 ya los Chinos están fabricando otra pandemia proveniente del burro.
Viene con síntomas de fiebre, tos intermitente, rebuznos prolongados y fuertes sonidos estomacales. Ya se observan algunos ruidos en los grupos musicales de reggaetón del Caribe, como se oye en la canción Dale Don Dale de Don Omar, cuyo autor ha sido postulado como candidato al nobel de la paz.
Por eso, estos gerentes de los municipios deben estudiar la teoría del caos, tener liderazgo estratégico, prospectiva, inteligencia emocional, un buen equipo de trabajo, una excelente comunicación con su comunidad y ser resiliente en las crisis que son frecuentes en la administración de una empresa llamada municipio. Además, el Estado debe ser emprendedor y trabajar armónicamente con el sector privado para crear riqueza como nos enseña la economista Mariana Mazzucato.
Ahora bien, un buen consejo a todos los alcaldes del país: “Hay que ser zorro para conocer las trampas y león para asustar a los lobos” (Maquiavelo).
Francisco Cuello Duarte, abogado y consultor en temas de administración pública.