Día Mundial del Agua: Celebración vacía e impotable

El Día Mundial del Agua se celebra cada 22 de marzo para resaltar la importancia del agua dulce y promover la gestión sostenible de los recursos hídricos. Sin embargo, en lugares como Ciénaga, Magdalena, la realidad contrasta con el ideal que esta fecha busca promover.

Mientras que en muchas partes del mundo se celebra, en otras como «la salitrosa», se enfrenta la ironía de conmemorar un día dedicado a un recurso del que carecen. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) se enfocó en la importancia del agua y la necesidad urgente de preservarla, pero para los habitantes de Ciénaga, hoy no es más que un recordatorio de su lucha diaria por acceder al agua potable.

La falta del preciado y efímero líquido en gran parte de Ciénaga no es solo un inconveniente, es una crisis que afecta todos los aspectos de la vida. Desde la higiene personal hasta la producción agrícola; la escasez de agua pone en riesgo la salud, el sustento de la comunidad y la economía. En un día donde se debería celebrar su existencia y disponibilidad, en esta golpeada región enfrentan la paradoja de su ausencia.

Es imperativo que las autoridades locales y nacionales tomen medidas concretas para abordar esta problemática. No basta con reconocer la importancia del agua una vez al año; se requiere una acción decidida y continua para garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso a este recurso vital.

Deben existir compromisos reales y soluciones prácticas que aseguren el derecho al agua para todos, especialmente para aquellos en Ciénaga, donde este derecho sigue siendo una promesa incumplida, tanto de los mandatarios de turno como para la concesionaria Operadores de Servicios de la Sierra: un verdadero descalabro.

Después de 24 años de la concesión firmada con la empresa operadora que, entre otras cosas, desde 2021 la alcaldía con facultades del Concejo le amplió el contrato hasta 2030, los cienagueros siguen padeciendo por un deficiente servicio, muy a pesar que la firma encargada recibe el pago oneroso del municipio.

Por tales circunstancias, instamos a una reflexión y acción colectiva para cambiar esta realidad. Es esencial que la sociedad civil, junto con el gobierno, trabaje para encontrar soluciones sostenibles que garanticen el acceso al agua para todos los habitantes de Ciénaga y más allá, porque hoy, el agua que llega a los hogares, si es que llega, no es apta para el consumo humano, así traten de demostrar lo contrario.

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