En una noche mágica que quedará grabada en la memoria de todos los hinchas de la Academia, el colombiano Juan Fernando Quintero deslumbró en Avellaneda y llevó a Racing hacia la gloria.
Con un doblete que rebosó talento y determinación, el equipo argentino se impuso 2-1 ante el Corinthians, logrando así un emocionantísimo 4-3 en el marcador global.
El encuentro comenzó de la peor manera para los locales. Apenas transcurridos cinco minutos, un descuido en la defensa permitió que la visita se pusiera en ventaja con un gol de Yuri Alberto, tras una asistencia de Memphis Depay.
Sin embargo, fue precisamente Quintero quien con una serenidad que solo los grandes poseen, cobró el penalti con un golpe preciso que hizo estallar de alegría a los miles de hinchas presentes. Aquel momento, potente y lleno de emoción, revivió la esperanza en el corazón de los aficionados, como si el mismo cielo hubiera decidido sonreírles de nuevo.
La magia no se detuvo ahí. Solo tres minutos después, Quintero se erigió nuevamente como el héroe de la noche, anotando su segundo gol y desatando una explosión de júbilo en las gradas. Con una jugada rápida y precisa, el colombiano recibió la pelota y, con una elegante definición, logró que el balón se colara entre las piernas del arquero, sellando una remontada que parecía un sueño.
La final de la Copa Sudamericana contra Cruzeiro de Brasil aguarda en el horizonte, y los hinchas, más que nunca, sienten que el destino les sonríe. En días como estos, la pasión y el fútbol son uno, y el nombre de Juan Fernando Quintero resuena con fuerza, uniendo a Avellaneda en un grito júbilo.