En los últimos días, el Magdalena ha vivido una semana de creciente tensión, marcada por las amenazas de muerte a tres figuras públicas que evidencian la profunda crisis de violencia e intimidación que acecha al departamento.
Líderes políticos, periodistas y militantes se ven cada vez más vulnerables a ataques provenientes de grupos armados ilegales y actores políticos que buscan frenar cualquier oposición.
El día de ayer, la presidenta de la Asamblea del Magdalena, Rosita Jiménez, denunció un episodio de intimidación que revivió su temor por la violencia política en la región. La diputada del Partido Verde encontró un sobre en el garaje de su residencia con un mensaje macabro: «José Galo, Rosita Jiménez descanse en paz», y una advertencia que incluía “un par de tiros” dentro del sobre.
Este no es el primer intento de amedrentamiento contra Jiménez, quien en 2021 ya había sido blanco de amenazas, cuando una corona fúnebre fue dejada en su casa. La diputada ha solicitado protección a las autoridades, quienes han comenzado las investigaciones.
El segundo caso involucra al periodista Idinael Fernández Caballero, quien ha sido uno de los comunicadores más destacados en la cobertura del proceso de paz con las Autodefensas Conquistadores de la Sierra Nevada, recibió amenazas de muerte a través de una videollamada y un mensaje de WhatsApp.
Según el periodista, la amenaza proviene de una persona que se identifica como miembro del Ejército Gaitanista de Colombia, un grupo armado que opera en la región. En el mensaje, le advierten que deje de hablar sobre temas que no debe tocar, señalando que conocen sus movimientos y la ubicación de su hogar.
En otro hecho, la violencia también ha tocado a Pedro Adán Torres, presidente del partido Demócrata Colombiano y representante legal del mismo. Torres fue amenazado por supuestos miembros del Clan del Golfo, quienes lo intimidan para evitar que proponga una nueva terna para la elección del mandatario encargado de Sitionuevo, Magdalena, tras la destitución del alcalde por doble militancia.
Los mensajes, enviados a través de WhatsApp, son explícitos: lo van «a picar» y dejarán sus restos «en una cava en la plaza de Palenque» si se atreve a presentar una terna. Torres denunció el hecho ante las autoridades, manifestando que estas amenazas son un ataque directo a la democracia.
La diputada Rosita Jiménez, el periodista Idinael Fernández y el político Pedro Adán Torres se han convertido en víctimas de un sistema donde el temor y la intimidación siguen marcando la pauta.
Es urgente que las autoridades tomen medidas efectivas para garantizar que quienes ejercen sus derechos de forma pacífica y legítima no se vean forzados a ceder ante las amenazas de grupos armados ilegales.