El escritor colombiano Gabriel García Márquez, premio Nobel en 1982, autor de obras emblemáticas como Cien años de Soledad y uno de los escritores más grandes que ha dado la literatura universal, falleció hoy hace 10 años.
Gabo, fue el creador de un género llamado realismo mágico que impregnó la obra de muchos escritores que le siguieron. Y dejó como legado ese Macondo poético que sigue cautivando a los lectores.
En estos diez años no decayó el interés por el escritor colombiano, del que hace poco más de un mes se publicó una novela inédita, En agosto nos vemos (Random House), en la que trabajó hasta que sus fuerzas se lo permitieron.
Tras lanzar Memorias de mis putas tristes en 2004, García Márquez estuvo casi diez años trabajando en un libro que quería que se destruyera pero que sus hijos, Gonzalo y Rodrigo, decidieron publicar porque consideraron que, si su padre lo hubiera querido destruir, lo habría hecho.
Es el cierre de la brillante carrera de uno de los autores más relevantes del siglo XX y de cuya imaginación nacieron obras imprescindibles como Cien años de soledad, Crónica de una muerte anunciada, El coronel no tiene quien le escriba y Los funerales de la Mamá Grande.
Sus obras se siguen vendiendo a buen ritmo desde su fallecimiento, especialmente en las ediciones de bolsillo y en las ilustradas.