La reforma laboral propuesta por el gobierno sufrió un revés este martes 18 de marzo en la Comisión Séptima del Senado, tras más de cinco horas de debate. Con 8 votos a favor, se aprobó la ponencia que archivó el proyecto.
El archivo de la reforma se logró gracias al bloque de ocho senadores que firmaron la ponencia de archivo. Estos legisladores ya habían anunciado previamente su intención de votar en contra del proyecto, lo que fue determinante para su hundimiento.
Durante la discusión, intervinieron varios ponentes del proyecto, así como invitados especiales, entre ellos el ministro del Trabajo, Antonio Sanguino, y el presidente de la Cámara, Jaime Raúl Salamanca. También participaron senadores como María José Pizarro y Paloma Valencia, quienes expusieron sus posturas sobre la reforma.
El debate también estuvo marcado por tensiones políticas. Las senadoras cristianas Ana Paola Agudelo y Lorena Ríos denunciaron que fueron descalificadas por el presidente Petro debido a su respaldo al archivo de la reforma. Ambas afirmaron que sus creencias religiosas fueron atacadas.
Una de las principales críticas al proyecto fue su constitucionalidad. El senador Miguel Ángel Pinto argumentó que la reforma debió tramitarse como una ley estatutaria, lo que motivó el apoyo al archivo por parte de varios legisladores.
Sin embargo, la senadora Martha Peralta lamentó la decisión, señalando que la reforma representaba una oportunidad para generar estabilidad laboral.
A pesar del revés, el senador Fabián Díaz, quien presentó una ponencia alternativa, señaló que apelará la decisión. Si la apelación es aprobada, la reforma podría reiniciar su trámite en el Senado, aunque no hay certeza sobre su futuro.
Ante el fracaso de la reforma laboral en el Senado, el gobierno de Petro ha decidido insistir en la consulta popular como una alternativa para implementar los cambios que considera urgentes.