Este martes, 4 de febrero, en un inusual formato de alocución presidencial, el presidente Gustavo Petro ofreció una transmisión en directo desde la Casa de Nariño con la participación de todo su gabinete, en una conversación que se extendió por más de tres horas y abordó una serie de temas de interés nacional e internacional.
Sin embargo, lo que destacó en este consejo de ministros fue la intervención de la vicepresidenta Francia Márquez, quien no dudó en expresar sus preocupaciones sobre la transparencia en el Gobierno Nacional y lanzar fuertes críticas contra dos figuras cercanas al presidente: Laura Sarabia y Armando Benedetti.
Márquez, quien también ha sido una defensora activa de los derechos humanos, no ocultó su dolor ante los presuntos actos de corrupción dentro de la administración. En un tono directo y sincero, señaló que su compromiso con el gobierno de Petro estaba basado en principios de honestidad, pero lamentó que no todos los miembros del equipo gubernamental compartieran esa misma transparencia. «No todo se hace con la transparencia, presidente, con la que hoy le estamos hablando aquí al país», expresó visiblemente afectada.
Lo que sorprendió aún más fue su crítica hacia Laura Sarabia, exjefa de Gabinete del presidente, y Armando Benedetti, exembajador de Colombia en Venezuela. Márquez reveló que había tenido que enfrentar actitudes irrespetuosas por parte de Sarabia, quien, según ella, la había tratado de manera inapropiada. “No me parece en este gobierno las actitudes de Laura Sarabia con nosotros, conmigo, que me ha tocado decirle ‘respéteme, que soy la vicepresidenta'», afirmó.
Además, la vicepresidenta cuestionó la decisión de Petro de incluir a estos dos personajes en el gobierno, apuntando a que ellos tendrían parte de responsabilidad en los problemas que enfrentaba la administración.
«Disculpe, presidente, que sea tan honesta, pero como se trata de hablarle de frente al país, yo hoy pongo sobre la mesa los temas que he dicho en privado», concluyó Francia Márquez, poniendo en evidencia los desacuerdos internos en el Gobierno Nacional y abriendo un debate sobre la transparencia y las relaciones de poder dentro de la administración de Gustavo Petro.
