En una noche llena de muchas emociones y con un Metropolitano a reventar, Junior de Barranquilla superó a Atlético Nacional 2-1, en un cierre dramático que consolida al equipo rojiblanco, como líder del Grupo A de los cuadrangulares semifinales del fútbol colombiano con 8 puntos.

El tramite del partido empezó con un marcador inesperado: Nacional pego primero marcando el primer gol al minuto 42, gracias a un potente cabezazo de Dairon Asprilla tras un tiro de esquina. Los tiburones sintieron el golpe inicial de los verdolagas pero supo reacomodar rápidamente las acciones, frente al rival antioqueño que se agrupó con eficacia para mantener su ventaja. 

Para la segunda parte, la presión sobre la defensa de Nacional fue en aumento. Junior fue perseverante en el control del balón que se traducía en ataques profundos pero sin eficacia. Los dirigidoa por Alfredo Arias, sabían que necesitaba un revulsivo que cambiara la dinámica del partido. Y fue ahí cuando apareció Joel Canchimbo desde el banquillo, listo para cambiar la historia.

Con un gran sentido de oportunidad, Canchimbo aprovechó un excelente centro de Enamorado y al minuto 66 logra encajar de pierna derecha el gol del empate, para hacer estallar más de 45 mil almas que acudieron al Estadio Metropolitano.

Luego de esa anotación el encuentro marcó un nuevo rumbo. Los dos equipos emparejaron las acciones, sin embargo, Junior con envión anímico, intensificó su ritmo de juego.

El drama aumentó, Nacional trato de enfriar el partido y Junior no bajó los brazos. Fue en las postrimerias del encuentro, cuando Canchimbo se convierte en asistente y, con un centro a ras de piso desde el costado izquierdo, facilitó la aparición del «Titi» Rodríguez que se anticipar para anotar el gol de la victoria al 90+1.

La fiesta se desató en las gradas, mientras los jugadores del club barranquillero aseguraban tres puntos cruciales en su camino hacia el título. Una victoria que marca un paso importante en la búsqueda de la final de la Liga.