Por la difícil situación que atravesó Colombia este año por la presencia del fenómeno de El Niño, el Ministerio de Minas y Energía y la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) emitieron regulaciones que harán subir las tarifas de energía que pagan los usuarios.
Por la falta de quórum en la Creg, a comienzos de abril el Ministerio de Minas y Energía expidió una resolución a través de la cual le ordenaba a las termoeléctricas generar a su máxima capacidad de forma forzada.
Entre tanto, una vez recuperó el quórum decisorio, la Creg emitió una resolución que ordenaba que las hidroeléctricas que tuvieran agua guardada en sus embalses para más de 20 días, debían usarla para producir electricidad. Estas dos medidas, según manifestó Alejandro Castañeda, director ejecutivo de Andeg, llevó a que el precio de la energía en bolsa se desplomara desde casi 1.000 pesos por kilovatio hora hasta los 100 pesos en pocos días.
Al mismo tiempo, las restricciones (uno de los seis componentes de la tarifa de energía) aumentaron y le terminaron costando a los colombianos casi 40.000 millones de pesos al día, cuando normalmente cuestan cerca de 1.000 millones de pesos cada día. En condiciones normales, estas restricciones pesan entre un 2 y 3 por ciento en la tarifa de energía eléctrica que pagan los usuarios en su factura mensual, pero luego de estas dos decisiones regulatorias su participación pasará a entre el 5 y 6 por ciento.
Esto significa que las familias terminarán pagando 35 pesos adicionales por cada kilovatio hora de energía que consuman. Este incremento se verá reflejado en la factura que llegue en mayo o junio, según el ciclo de facturación de cada usuario. Este aumento en la factura lo tendrán que asumir todos los usuarios, porque es un sobrecosto que se divide entre todos los usuarios de energía eléctrica que hay en el país.
