Este martes 17 de septiembre, el corazón de Colombia se detiene para recordar y honrar a Alfredo Correa De Andreis, un hombre cuya vida y sacrificio siguen resonando en la memoria de aquellos que conocieron su valentía y su inquebrantable integridad. Hoy se conmemoran 20 años desde que el sociólogo y catedrático fue brutalmente asesinado, un acto que dejó una marca imborrable en la historia del país.
En un sombrío 2004, Alfredo Correa De Andreis fue emboscado junto a su escolta personal, Edelberto Ochoa Martínez, en el tradicional barrio El Prado de Barranquilla. La escena del crimen fue desgarradora: un sicario acabó primero con Ochoa y, luego, con frialdad y sin piedad, disparó a Correa. En su último acto de desesperación, el académico exclamó: “¡Hey, loco, no dispares!”— palabras que se convirtieron en un lamento silencioso en la memoria colectiva de quienes valoraban su trabajo y su valentía.
El dolor de su pérdida se agudiza con el paso del tiempo, sobre todo al descubrir que el asesinato de Correa no fue un incidente aislado, sino el trágico resultado de una siniestra colaboración entre funcionarios corruptos del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) y paramilitares del Bloque Norte de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Su muerte, un acto de violencia que buscó silenciar una voz valiente, ha dejado un vacío profundo en la sociedad.
Para rendir homenaje a su vida y legado, hoy se llevarán a cabo actos conmemorativos que buscan mantener viva su memoria y honrar su sacrificio. En Barranquilla, se celebrará una eucaristía en el mismo lugar donde fue atacado, una ceremonia cargada de emoción y respeto. Además, en su natal Ciénaga, Magdalena, estudiantes de diversas instituciones se unirán en un desfile por la paz, un acto simbólico que busca preservar el espíritu de lucha y esperanza que Correa defendió.
En Bogotá, el Congreso de la República recibirá un proyecto de Ley propuesto por la representante a la Cámara Carmen Felisa Ramírez Boscán, que busca otorgar post mortem la Orden de Boyacá a Alfredo Correa De Andreis. Este reconocimiento es un testimonio de la admiración y el respeto que su labor académica y su valentía en la defensa de los derechos humanos continúan inspirando.
José Humberto Torres, abogado que ha dedicado dos décadas a luchar por la justicia en nombre de la familia Correa De Andreis, subraya que, aunque 20 años han pasado, aún persisten procesos penales y disciplinarios pendientes. La búsqueda de justicia sigue siendo un faro de esperanza en medio del dolor, un recordatorio de que el compromiso con la verdad y la memoria de Correa no debe desvanecerse.
Su vida y su lucha por los derechos humanos siguen siendo una fuente de inspiración y un llamado a la acción para todos aquellos que creen en un mundo más justo y equitativo.
