Este viernes, Nicolás Maduro asumió oficialmente la presidencia de Venezuela por un segundo mandato de seis años, tras su victoria en las elecciones del 28 de julio de 2024.
El acto de toma de posesión tuvo lugar en la sede de la Asamblea Nacional y fue conducido por Jorge Rodríguez, presidente del parlamento. A pesar de las denuncias de fraude presentadas por la oposición, el Consejo Nacional Electoral (CNE) confirmó que Maduro obtuvo el 51,95% de los votos.
En su discurso, el presidente Maduro juró acatar la Constitución venezolana y se comprometió a trabajar por la paz y la prosperidad del país. «Juro por el histórico, noble y aguerrido pueblo de Venezuela y ante esta Constitución, que haré cumplir todos sus mandatos», expresó Maduro al inaugurar su nuevo periodo de gobierno.
Durante el evento, estuvieron presentes varias figuras clave del gobierno, como la primera dama Cilia Flores y la vicepresidenta Delcy Rodríguez.
La reelección de Maduro ha sido motivo de controversia tanto a nivel nacional como internacional. La oposición, encabezada por Edmundo González Urrutia, ha cuestionado la legalidad del proceso electoral, argumentando que aún no se han publicado las actas definitivas que certifiquen la victoria del mandatario.
González Urrutia, quien actualmente reside en España, ha anunciado su regreso a Venezuela este 10 de enero para asumir lo que considera su legítimo cargo de presidente.
La situación política en el país ha sido tensa, y la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) ha calificado la toma de posesión de Maduro como un «golpe de Estado». La acusación se basa en la falta de transparencia en el proceso electoral y la imposición del mandatario en medio de una fuerte oposición interna.
A pesar de la polarización política, Maduro ha recibido el apoyo de varios países aliados. Gobiernos como los de Cuba, Nicaragua, Rusia, Bolivia, China y Turquía han felicitado al presidente venezolano por su reelección, destacando la relación estratégica con el país suramericano. En particular, naciones como Argelia, Mali y Zimbabue valoran a Venezuela como un socio clave en el ámbito energético.
Por otro lado, varios países occidentales, entre ellos Estados Unidos y varios miembros de la Unión Europea, han expresado dudas sobre la legitimidad de los comicios.
La comunidad internacional sigue atenta al desarrollo de los acontecimientos en Venezuela.