El juicio contra el expresidente Álvaro Uribe se reanudó este lunes 24 de febrero, después de que el Tribunal Superior de Bogotá rechazara una tutela interpuesta por la defensa del exmandatario.

La tutela buscaba apartar del caso a la juez 44 de conocimiento de Bogotá, Sandra Liliana Heredia, por supuesta violación al debido proceso y falta de imparcialidad. El tribunal concluyó que las actuaciones de la juez no violaban los derechos fundamentales de Uribe y ordenó la reanudación de las audiencias.

En el marco del juicio, Iván Cepeda, senador y principal víctima en el caso, fue el primer testigo presentado por la Fiscalía.

Durante su intervención, Cepeda narró varios hechos clave que refuerzan la acusación de la Fiscalía, según la cual Uribe sería responsable de haber orquestado sobornos a presos en cárceles con el fin de que testificaran en su contra.

Uno de los momentos más relevantes del testimonio de Cepeda fue cuando relató una reunión que tuvo en 2009 en Estados Unidos con el exparamilitar Salvatore Mancuso.

Según Cepeda, Mancuso le manifestó que su extradición a Estados Unidos se debió a que iba a revelar verdades incómodas sobre figuras políticas, militares y terratenientes ligados a los grupos paramilitares.

Además, Mancuso mencionó dos encuentros que tuvo con el entonces presidente Álvaro Uribe, detalles que fueron expuestos por Cepeda ante la fiscal, Marlene Orjuela, antes de ser interrumpido por la defensa de Uribe, quien presentó una objeción.

Este testimonio refuerza la tesis de la Fiscalía de que Uribe estaría involucrado en la manipulación de testigos, un caso que sigue siendo de gran relevancia en la política y justicia colombiana.