En un operativo realizado en la madrugada de este sábado en la localidad de Engativá, al occidente de Bogotá, fue capturado Elder José Arteaga Hernández, alias ‘El Costeño’, señalado como el presunto autor intelectual del atentado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, ocurrido el pasado 7 de junio.

La detención fue confirmada por la Policía Nacional tras varios días de seguimiento. Aunque se manejaban hipótesis sobre su posible presencia en Ciudad Bolívar e incluso en Ecuador, las labores de inteligencia permitieron su localización en Engativá, donde finalmente fue capturado. Según las autoridades, diversos sectores habrían intentado desviar la atención para evitar su aprehensión.

Alias ‘El Costeño’ es señalado por las autoridades de haber inducido y utilizado a un sicario menor de edad para perpetrar el atentado contra el congresista. Por estos hechos, la Secretaría General de Interpol emitió una Notificación Roja por los delitos de homicidio agravado en grado de tentativa, fabricación, tráfico y porte de armas de fuego o municiones agravado, y uso de menores para la comisión de delitos.

El director de la Policía Nacional, general Carlos Fernando Triana, destacó la captura como “una buena noticia para el país”, y señaló que se adelantan los procesos de judicialización y legalización de la captura de Arteaga Hernández.

Entre tanto, la Fundación Santa Fe de Bogotá informó en un nuevo parte médico que el senador Miguel Uribe permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos bajo monitoreo constante. El comunicado, firmado por el director médico Adolfo Llinás Volpe, indica que el paciente continúa en estado grave, con pronóstico neurológico reservado, pero ha mostrado evolución clínica favorable tras procedimientos quirúrgicos programados.

Uribe Turbay permanece con soporte ventilatorio mecánico, sedación y relajación neuromuscular, como parte de su tratamiento. La Fundación indicó que se emitirán nuevos reportes médicos solo si se presentan cambios clínicamente significativos.

El atentado contra Miguel Uribe ha generado una fuerte condena nacional y reabrió el debate sobre la seguridad de los líderes políticos en el país, especialmente en tiempos preelectorales.