Barcelona logró un triunfo crucial en el primer partido de los octavos de final de la Champions League, derrotando 1-0 al Benfica en Lisboa, a pesar de jugar más de una hora con diez jugadores.

La expulsión de Pau Cubarsí a los 22 minutos del primer tiempo parecía complicar el panorama para los culés, que sin embargo se mantuvieron firmes y resistieron los embates de los locales.

El encuentro comenzó con gran intensidad. A los 15 segundos, el delantero del Benfica, Kerem Aktürkoglu, estuvo a punto de abrir el marcador, pero su disparo rozó el palo derecho de la portería de Barcelona.

Pese a la presión local, el arquero Wojciech Szczesny intervino de forma decisiva, evitando dos remates peligrosos de Dani Olmo y Robert Lewandowski en la misma jugada.

El punto de inflexión del partido llegó a los 22 minutos cuando Pau Cubarsí, último recurso en defensa, fue expulsado por una falta en el área, lo que dejó al Barcelona con diez jugadores.

Sin embargo, el Benfica no aprovechó la ventaja numérica y el portero polaco del Barça, Szczesny, salvó a su equipo con una parada espectacular ante un tiro libre de Orkun Kökcu.

A pesar del dominio de los portugueses en la primera parte, el marcador se mantuvo en cero. En la segunda mitad, cuando parecía que Benfica podría conseguir el gol que se le escapaba, un error de António Silva en salida permitió a Raphinha, desde fuera del área, marcar un golazo que puso a Barcelona al frente del marcador a los 60 minutos.

El Benfica intentó reaccionar con disparos de Fredrik Aursnes y Vangelis Pavlidis, pero Szczesny estuvo impecable bajo los tres palos. Incluso hubo una jugada en la que se pidió un penalti por una supuesta falta sobre Andrea Belotti, pero la jugada fue anulada por un fuera de juego previo.

El equipo de Hansi Flick, a pesar de la desventaja numérica durante gran parte del partido, logró una victoria valiosa en tierras portuguesas, lo que le permite afrontar la vuelta en el Camp Nou con la esperanza de avanzar a la siguiente fase de la Champions League.