Este 9 de abril, durante la IX Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en Honduras, el presidente Gustavo Petro asumió oficialmente la presidencia pro tempore del organismo, consolidando así un momento clave para Colombia en el escenario internacional.
La decisión de otorgar esta responsabilidad al país había sido tomada de forma unánime por los más de 30 Estados miembros en julio de 2023, cuando se anunció que Colombia lideraría el organismo en el año 2025.
La CELAC, creada en 2011, es un mecanismo de integración y concertación política que agrupa a los países de América Latina y el Caribe con el objetivo de fortalecer la cooperación regional en temas políticos, sociales, culturales y económicos. Su existencia responde a la necesidad de contar con un espacio propio de diálogo entre los países de la región, sin la participación directa de potencias extrarregionales.
En este contexto, asumir la presidencia pro tempore no es solo una formalidad, sino una oportunidad real de incidir en la agenda regional.
Para Colombia, la presidencia representa una plataforma estratégica desde la cual podrá convocar reuniones, establecer prioridades, definir lineamientos y actuar como vocero de la región ante otros bloques internacionales.
La agenda que liderará el gobierno de Petro incluye temas clave como la migración, la educación, la seguridad sanitaria, la equidad de género y el café, un producto vital para la economía del país. Además, el Gobierno ha manifestado su intención de promover con fuerza la transición energética justa y la interconexión eléctrica regional, prioridades que están en línea con sus apuestas en materia ambiental y de desarrollo sostenible.
La Cancillería colombiana ha subrayado la importancia de este rol como una oportunidad para posicionar las políticas del país en un entorno multilateral y para impulsar una recuperación económica sostenible entre los países de la región. Al mismo tiempo, se considera una vía para estrechar lazos de cooperación y concertar soluciones comunes ante los desafíos que enfrenta América Latina y el Caribe.
Según la entonces viceministra de Asuntos Multilaterales, Elizabeth Taylor, la elección de Colombia fue el resultado del liderazgo que ha ejercido el actual Gobierno en política internacional, así como del trabajo diplomático con los distintos Estados miembros. Esta confianza depositada por la región reafirma el interés compartido por avanzar hacia una mayor integración regional.
En los próximos meses, uno de los momentos clave de esta presidencia será la realización de la IV Cumbre entre la Unión Europea y la CELAC, programada para el 9 y 10 de noviembre en Santa Marta. Este evento será una oportunidad para fortalecer los vínculos birregionales y continuar posicionando a Colombia como un actor relevante en los debates globales.
El reto ahora será traducir este liderazgo simbólico en acciones concretas que fortalezcan la integración latinoamericana, fomenten el desarrollo sostenible y generen consensos regionales frente a los grandes desafíos contemporáneos.