El Gobierno del Magdalena declaró la calamidad pública departamental ante la grave situación ocasionada por la erosión costera y fluvial que afecta distintos puntos del territorio, una medida que permitirá activar recursos y adoptar acciones urgentes de mitigación, recuperación y adaptación.
La decisión, formalizada mediante decreto departamental firmado por la gobernadora Ingris Padilla García, responde al deterioro ambiental que ha provocado la pérdida de más de 70 metros de playa en el kilómetro 19 y las afectaciones por erosión fluvial en los municipios de Salamina y Sitionuevo.
El acto administrativo faculta a las autoridades a ejecutar un Plan de Acción Específico, liderado por el Consejo Departamental de Gestión del Riesgo de Desastres, con el propósito de coordinar y priorizar intervenciones que reduzcan el riesgo y eviten mayores daños en las zonas afectadas.
De acuerdo con el decreto, la declaratoria autoriza además la contratación directa para la ejecución de obras, adquisición de bienes o servicios necesarios, conforme a lo establecido por la Ley 1523 de 2012 y la Ley 80 de 1993. También permite realizar traslados presupuestales para garantizar la disponibilidad de recursos en las acciones de emergencia.

El documento establece que la Oficina Asesora de Planeación del Departamento y la Secretaría de Ambiente, Gestión del Riesgo de Desastres y Cambio Climático harán seguimiento y evaluación al plan de acción, asegurando su cumplimiento y la efectividad de las medidas implementadas.
La decisión fue respaldada por entidades nacionales y regionales como el Invías, IDEAM, Defensa Civil, Cruz Roja Colombiana, Cuerpo de Bomberos, Corpamag, Promigas, el Batallón de Infantería y la Policía Departamental, en el marco del Comité Departamental de Gestión del Riesgo.
El Gobierno del Magdalena reiteró que continuará trabajando de manera articulada con las instituciones involucradas para salvaguardar la vida de las comunidades, la infraestructura y los ecosistemas costeros y fluviales del departamento.





